El rey en el suelo

 

Uno nunca sabe lo que se va a encontrar...

Iba yo caminando tan tranquila..., cuando, de repente, va y casi lo piso, al mismísimo rey de espadas: estaba tirado en el suelo. "Alguna guerra debió perder y ahora se ha perdido él", pensé. Estaba allí solito, amo del cartón que le correspondía en su baraja, desafiante pero inofensivo. Si no estuviera atenta, puede que hasta lo hubiera pisado y todo... Pero ya debía de estar allí desde hacía tiempo. No quise interrumpir en su lucha y allí lo dejé.

Todavía lo volví a ver en el mismo sitio un par de días más. Como era el rey de espadas y yo no tenía ganas de pelea, lo dejé quedar tranquilo y seguí mi camino.